Un enlace nofollow es como un pase VIP a medias. Lo ves, puedes hacer clic, te lleva al sitio… pero le estás diciendo a Google: “no le pases autoridad, no te fíes del todo de este enlace.”
Técnicamente, es un atributo (rel="nofollow"
) que se añade al enlace para indicarle a los bots de los buscadores que no deben seguirlo ni transferir PageRank o señales de posicionamiento. Se inventó allá por 2005 como una forma de frenar el spam en comentarios y foros, pero hoy su uso es más amplio (y más estratégico).
Estos son sus usos más frecuentes:
- Para evitar pasar autoridad a sitios que no controlas o en los que no confías.
- Para cubrirte ante enlaces patrocinados, si no usas
sponsored
. - Para marcar enlaces de pago, afiliados o generados por usuarios (aunque hay otras etiquetas más específicas).
- Para controlar qué fluye dentro y fuera de tu web, sin cerrar completamente la puerta.
Desde 2019, Google ha dicho que trata nofollow
como una sugerencia, no como una orden o directiva. Es decir, puede ignorarlo si cree que el enlace merece ser rastreado o indexado. Así que ya no es un candado, sino más bien un cartel que dice “cuidado con el perro salsicha”, que Google decide si respeta o no.
Errores típicos al establecer nofollow
- Ponerlo en todos los enlaces salientes por miedo a perder autoridad. Resultado: tu web parece desconectada del mundo, y Google no entiende bien tu contexto.
- Marcar con
nofollow
enlaces internos clave. Esto corta el flujo de autoridad dentro de tu propia web. - Abusar del
nofollow
por precaución sin criterio. Si no confías en ningún enlace, el problema igual no está en los enlaces.
Ejemplos de uso correcto
- Wikipedia: todos sus enlaces externos son
nofollow
, para evitar spam y conflictos de interés. - El País o medios generalistas: marcan enlaces hacia webs de terceros cuando no son redacción propia o hay colaboraciones.
- Afiliación en Amazon (por ejemplo): muchos blogs SEO enlazan con
nofollow
hacia productos cuando hay intereses comerciales detrás, aunque algunos lo disimulan.
El enlace nofollow no transfiere autoridad, pero puede generar tráfico y contexto. Es seguro, pero no suma puntos de posicionamiento. Sirve para controlar el perfil de enlaces y evitar riesgos.
No suma, pero mal gestionado puede restar.