A veces el mejor contenido no es el más largo, ni el que más palabras clave lleva encima. Es simplemente el más reciente. El más actualizado.
El contenido que Google considera que refleja la realidad de hoy, no la de hace tres años.
Freshness no es solo tener un blog con fecha de publicación bonita. Es la capacidad de una web de mantener su contenido vivo, vigente, útil y alineado con lo que está pasando ahora mismo.
Imagina que alguien busca “mejores móviles para fotografía 2025”. Si le sirves una guía de 2021 hablando del Huawei P30 como si fuera el mejor, has fallado.
El contenido puede ser excelente, pero si está desactualizado, no sirve. Y Google lo sabe.
No todo el contenido necesita actualizarse cada semana. Pero hay sectores donde la información caduca, y muy rápido: Tecnología, salud, economía, marketing, leyes, productos, comparativas… Si tú no lo renuevas, otro lo hará, y te quitará ese clic que estaba a punto de ser tuyo.
Ejemplos de Actualización de contenidos
Xataka lo hace bien.
Tiene sus artículos “cómo elegir un portátil” actualizados cada año, con los modelos nuevos, enlaces actualizados, nuevos benchmarks. No cambian el texto entero, pero lo afinan. Le meten vida. Y eso Google lo detecta.
Otro caso claro es Directo al Paladar.
Sus recetas más visitadas llevan pequeños ajustes a lo largo del tiempo, cambios en tiempos de cocción, mejor estructuración, más fotos, adaptación a Core Web Vitals. Eso es Freshness aplicado con cabeza.
Errores típicos en la actualización de contenidos
Pensar que actualizar es solo cambiar la fecha del artículo, lo que ahora se llamaría Fake Freshness.
Reescribir títulos sin tocar el contenido real.
Rellenar con dos líneas nuevas algo que necesita una revisión profunda.
Eliminar fechas de publicación para fingir que todo es siempre válido.
Freshness no es postureo.
Es trabajo real. Es revisar si lo que has escrito sigue siendo útil hoy. Si tus datos están actualizados. Si los ejemplos siguen teniendo sentido. Si tus enlaces funcionan. Si tus recomendaciones siguen siendo las que tú harías ahora…
Y no todo el contenido necesita esa revisión constante. Pero si atacas keywords sensibles al paso del tiempo, más te vale tener un plan. Porque Google sí tiene memoria (no como tus visitantes). Y la caducidad de un contenido no se ve con los ojos, se nota en el clic que no llega.
