Una práctica cuestionable que se puso de moda entre quienes buscaban atajos.
El Parasite SEO consiste en publicar contenido en dominios con mucha autoridad (como medios de comunicación o plataformas colaborativas) con el objetivo de rankear rápido, aprovechando el empuje del dominio en lugar de trabajar tu propia web.
¿El truco?
Que la autoridad del dominio “parásito” empuja el contenido hacia arriba en las SERPs aunque el contenido sea mediocre, porque Google aún confía en esos sitios.
¿El problema?
Que no estás construyendo nada propio. Estás alquilando visibilidad, con un contenido que ni controlas del todo ni te pertenece.
Y lo peor: Google ya está tomando medidas contra ello. La reciente actualización sobre abuso de reputación de sitio ha empezado a cortar por lo sano con esta táctica.