Antes de escribir una sola línea de contenido o de planificar la arquitectura de tu web, hay una pregunta que necesitas responder:
¿Para quién estás haciendo esto?
Y ahí entra en juego el Keyword Research, que no es una técnica ni una moda: es la brújula que guía tu estrategia SEO.
No es simplemente una lista de palabras. Es un proceso de escucha activa: entender qué quiere saber la gente, cómo lo busca y con qué palabras lo formula.
Es una radiografía de la demanda.
Porque hacer keyword research no es solo saber qué busca la gente, sino saber cuándo lo busca. Una keyword olvidada puede convertirse en tendencia en meses. Y una keyword estrella puede quedarse sin búsquedas si el interés cambia. Es muy relevante que este Keyword Research esté siempre actualizado.
Esta es su real dificultad, un proceso laborioso que debe realizarse de forma periódica.
Por esto para mí es un Requisito, porque sin él estás navegando sin mapa. Y también como un Tenet, un principio irrenunciable sobre el que se construye todo lo demás.
Pongamos un ejemplo: imagina que tienes una tienda de jardinería.
Haces un contenido sobre “plantas de interior”, pero no investigas si la gente busca “plantas resistentes sin luz”, “plantas de interior que florecen”, o incluso “plantas para casas con gatos”.
¿Ves la diferencia? No es solo saber qué buscan, sino cómo lo buscan y por qué.
Una buena investigación de palabras clave no se queda en una hoja de cálculo con keywords y volúmenes.
Va más allá: agrupa términos por intención de búsqueda, detecta oportunidades, previene canibalizaciones, y te ayuda a priorizar qué páginas crear primero. Es el arte de traducir las búsquedas de la gente en arquitectura y contenido útil.
¿Cómo hacer un buen keyword research?
Vamos a ir por partes como dijo nuestro amigo Jack. No es lo mismo hacer un Keyword Research de un proyecto nuevo de un proyecto heredado. Es por esto que cambian los procesos en estos dos casos:
Keyword research para webs nuevas
Primera parte: Definir keywords principales
Primero de todo definimos unas palabras clave semilla, aquellas que te vienen a la cabeza cuando piensas en como alguien buscaría tu producto o servicio. Piensa en los pilares de tu negocio. Lo que vendes, lo que ofreces, lo que te buscan. Ya sea con ayuda del cliente o con las herramientas de keyword research (a mí me gusta SEMrush, luego hablaremos de ellas).
Segunda parte: Expande hacia keywords secundarias y long tail
Profundiza en cada tema. Amplía el campo semántico para cubrir todas las formas de búsqueda posible. Hay maneras de hacerlo con herramientas que concatenan frases y permiten hacer múltiples variaciones, por ejemplo la de Atrox Creative.
Tercera parte: Detecta la intención de búsqueda
No agrupes por similitud de palabras. Agrupa por lo que el usuario quiere conseguir.
Cuarta parte: Crea una estructura
Empieza a dibujar la arquitectura transaccional: categorías, páginas clave, enlaces internos, prioridades.
Keyword research para proyectos en marcha
Aquí el enfoque es distinto. No estás levantando un edificio, estás haciendo una reforma con la casa llena, y tocará hacer algo de Marie Kondo por el camino.
Primera parte: Audita tu contenido existente
Revisa qué páginas tienes, qué keywords están atacando y si están bien alineadas con la intención de búsqueda.
Segunda parte: Detecta canibalizaciones o duplicidades
¿Hay varias páginas atacando lo mismo? ¿Se están pisando entre ellas?
Tercera parte: Encuentra gaps
¿Qué intenciones de búsqueda no estás cubriendo? ¿Dónde podrías crear contenido nuevo? ¿Este contenido que no estás cubriendo, realmente forma parte del core de tu negocio?
Cuarta parte: Actualiza y redistribuye
Redirige si hace falta, combina contenidos similares, ajusta titles y metas, mejora el enlazado interno.
Y luego, tan si el proyecto está en marcha como si es un proyecto nuevo, hay un proceso que no te puedes saltar.
El siguiente paso: Análisis de Entidades
Y hay algo más que no te puedes saltar. Porque esto no va solo de palabras clave. Va de conceptos. De ideas. De entidades. (En la definición de Entidades veréis qué son, cómo se aplican y qué herramientas utilizo para detectarlas.)
Google ya no busca palabras sueltas, sino significados conectados. No le importa solo que repitas “plantas resistentes sin luz”. Le importa saber si entiendes de botánica, si conectas ese contenido con “fotosíntesis”, con “sombra”, con “plantas no tóxicas para gatos”.
Por eso, antes de pasar al Mapping, deberías asociar cada keyword principal con varias entidades que ayuden a contextualizarla. No es complicarte la vida. Es hacer que Google te entienda más rápido. Y mejor.
Y aquí herramientas como Keytrends o Kiwosan marcan la diferencia. Porque no se quedan en el volumen, sino que te dicen qué concepto hay detrás de cada búsqueda. Así puedes construir un contenido con más contexto, más profundidad, y sobre todo, más sentido semántico.
El último paso: Keyword Mapping
Aquí llega la parte donde todo cobra sentido.
Si el Keyword Research es recoger piezas del puzle, el Keyword Mapping es montarlo. Es asignar cada intención de búsqueda a una URL concreta. Es decirle a tu web: “esto va aquí”.
Para proyectos nuevos, esto es construir una estructura sólida desde el inicio.
Para proyectos existentes, es reorganizar lo que tienes, eliminar duplicidades, reforzar lo que funciona y reordenar según el nuevo mapa.
Pero además, el Mapping permite optimizar recursos. Si haces bien esta parte, cada nueva keyword que descubras sabrás directamente dónde colocarla. No será otra fila más en un Excel, será acción concreta sobre tu contenido.
Y ahí entra en juego otro beneficio colateral pero vital: el enlazado interno. Cuando cada página tiene clara su función dentro del mapa, los enlaces fluyen con lógica. No enlazas por enlazar. Enlazas con intención. Y eso, tanto para Google como para el usuario, se nota.
¿Y ya está? Como todo en SEO: el Keyword Mapping también evoluciona.
A medida que cambia la intención de búsqueda, cambian las páginas. Lo que antes era una guía, ahora es una herramienta, o una comparativa.
Adaptarse es obligatorio. ¿Si no porque crees que estoy haciendo este formato de contenido?
Por eso digo que el Keyword Mapping no es solo parte del proceso. Es la conexión entre tu investigación y tu ejecución.
La diferencia entre tener información… y tener estrategia. Al final, el keyword research y el mapping posterior no es una tarea SEO. Es una decisión de negocio.
Porque si no sabes lo que la gente quiere, ¿cómo vas a vendérselo?
Herramientas para hacer el Keyword Research
Podría darte una lista eterna de herramientas, pero aquí vamos a lo que realmente importa.
1. SEMrush – Es mi favorita, y por una razón muy concreta: no solo te da volúmenes y dificultad, sino que clasifica las keywords según su intención de búsqueda.
Esto, cuando haces Mapping, es oro puro.
Además, desde hace un par de años, detecta si una keyword tiene intención local, algo que en su momento era exclusivo de pocas herramientas. Y para rematar, te permite crear y organizar tus propios listados de palabras clave con su Keyword Strategy Builder, lo que te ahorra tiempo y dolores de cabeza.
2. Google Search Console – Voy a hacer algo de trampa. No es tanto para investigar como para auditar. Pero ojo, porque te muestra cómo ya estás posicionando, por qué keywords reales te encuentran y en qué términos podrías profundizar. Ideal para complementar lo que no ves desde fuera, además con datos mucho más certeros que cualquier otra herramienta.
3. Ahrefs – Muy buena para analizar la competencia (principalmente) y descubrir nuevas oportunidades. Tiene un excelente Keyword Explorer y una base de datos brutal, pero le falta esa capa de organización y clasificación semántica que SEMrush ha sabido pulir.
4. Keytrends – Una de las herramientas más frescas y potentes si estás pensando más allá de Google. Porque sí, el SEO ya no es solo posicionar en buscadores, sino también entender cómo se comportan los usuarios en plataformas como YouTube, TikTok o incluso en marketplaces.
Keytrends te permite detectar entidades, no solo palabras sueltas, y anticiparte a tendencias emergentes que todavía no han explotado en búsquedas clásicas. Ideal si tu estrategia apunta a contenidos multicanal, contenidos efímeros o si apuestas por un enfoque más global de posicionamiento.
¿El extra? No solo te da datos, te da contexto: te dice por qué algo está creciendo, dónde se está buscando y cuándo es el momento de entrar.
5. Keyword Tool – Si quieres exprimir hasta la última variación de una palabra clave, esta es tu aliada. Keyword Tool aprovecha la autocompletación de Google, YouTube, Amazon, Bing, TikTok, Instagram… y eso, amigo mío, es lo que hace que siga siendo útil en 2025.
6. Planificador de palabras clave de Google Ads – Puede que la veas como una herramienta pensada para campañas de pago, pero lo cierto es que el Planificador de Palabras Clave de Google Ads sigue siendo una fuente de verdad para entender cómo ve Google las búsquedas desde su lado más comercial.
¿Por qué importa esto en SEO? Porque si Google Ads te sugiere ciertas keywords como relevantes, es que hay intención transaccional detrás.
Además, te da una visión directa del potencial económico de una palabra, lo que es oro si estás priorizando contenidos con objetivo de conversión o monetización.
¿Lo mejor?
A veces te sugiere términos que otras herramientas ignoran por completo. Y cuando se trata de encontrar nuevas oportunidades con potencial comercial, eso puede marcar la diferencia.
No es una herramienta para estrategia, pero sí para exploración masiva. Ideal para sacar long tails, detectar cómo buscan los usuarios en distintas plataformas y encontrar nuevas vías para tu contenido, sobre todo si te interesa el SEO multicanal o quieres descubrir cómo varía la intención según el motor.
No te abrumes con tanta herramienta.
Como siempre digo: la mejor herramienta no es la que tiene más funcionalidades, sino la que te permite tomar decisiones más rápido, con más contexto sobre tu nicho y en la plataforma donde deseas crear el contenido.